China Dalian desafía al Gobierno al no iniciar la rehabilitación de viviendas sociales

Nueve meses después del desembolso del 50 % del coste del proyecto de rehabilitación, las obras siguen paralizadas.

La empresa constructora China Dalian no ha comenzado aún los trabajos de rehabilitación de las viviendas sociales en Malabo y Bata, a pesar de que el Gobierno de Guinea Ecuatorial ya ha abonado más del 50 % del coste total del proyecto. La situación ha generado una reacción enérgica por parte del vicepresidente, Nguema Obiang Mangue, quien se ha reunido este jueves con representantes de la empresa para exigir el cumplimiento inmediato del acuerdo.

“El incumplimiento de los plazos muestra una falta de compromiso por parte de la empresa”, ha declarado Nguema Obiang durante el encuentro. El vicepresidente ha subrayado que la paralización del proyecto daña la credibilidad del Ejecutivo ante la ciudadanía, y ha recordado que las promesas del Gobierno deben ejecutarse dentro de los plazos establecidos.

Según fuentes oficiales, el contrato de rehabilitación contempla el uso de materiales certificados de alta calidad, cuya entrega se espera para el mes de agosto. Sin embargo, Nguema Obiang ha instruido a China Dalian que comience de inmediato con las fases del proyecto que no requieren dichos materiales, con el objetivo de no seguir perdiendo tiempo.

La empresa china justifica la demora alegando que aún espera la llegada del lote principal de suministros, casi un año después del inicio previsto de las obras.

Mientras tanto, los residentes de las viviendas sociales denuncian el deterioro de los inmuebles. “Yo ya abandoné mi casa por los problemas que tiene. Hay humedad, atascos en las tuberías, los ascensores no funcionan... es un cúmulo de problemas”, lamenta un propietario.

Otra vecina de las viviendas de Móstoles asegura que la situación empeora cada día: “Nos dijeron que las iban a rehabilitar, pero hasta hoy no hemos visto ni rastro de eso. Todos los meses hacemos derramas para arreglar lo más urgente, porque si no lo hacemos, esos edificios pueden venirse abajo”.

El Gobierno ha dejado claro que no tolerará más demoras. La pelota está ahora en el tejado de China Dalian.