Tres meses sin electricidad en Bitika y Cabo San Juan tras la caída de un cable de alta tensión

Los residentes en los municipios afectados, exigen una respuesta "urgente" a las autoridades y a SEGESA, para la pronta restitución del servicio eléctrico.
Los municipios de Bitika y Cabo San Juan, ubicados en los distritos de Mbini y Kogo respectivamente, llevan cerca de 90 días sin suministro eléctrico. La interrupción se produjo tras la caída de un cable de alta tensión en el consejo de poblado de Manguma, como consecuencia de la caída de un árbol durante los trabajos de limpieza de trochas realizados por la Sociedad de Electricidad de Guinea Ecuatorial (SEGESA), según testimonios locales.
Desde entonces, la población se enfrenta a un auténtico calvario. La falta de energía ha afectado seriamente la conservación de alimentos, ha incrementado los gastos diarios en comida, y ha obligado a muchas familias a adoptar soluciones improvisadas y costosas para sobrellevar la situación. Algunas recurren a pequeños generadores eléctricos, otros dependen de alimentos no perecederos, y muchos se ven obligados a cargar sus teléfonos en casas vecinas con electricidad. Para la iluminación nocturna, el uso de lámparas de petróleo, velas y antorchas tradicionales se ha vuelto común, aumentando el riesgo de incendios.
“Estamos viviendo una situación insostenible”, denuncia un vecino de Bitika que prefiere mantenerse en el anonimato. “Pedimos al Gobierno, al partido PDGE que nos garantiza el bienestar, la paz y el progreso, que actúe. No somos huérfanos: tenemos un padre, Obiang Nguema Mbasogo; una madre, Constancia Mangue Nsue Okomo, alcaldesa honorífica de este municipio; y un hermano mayor, Teodoro Nguema Obiang Mangue, que siempre ha velado por nosotros”.
La indignación crece entre los afectados, no solo por la duración del corte, sino por la falta de respuesta por parte de SEGESA. Hasta el momento, la empresa no ha emitido ningún comunicado ni ha enviado técnicos a evaluar los daños ni iniciar trabajos de restablecimiento. Esta falta de información ha generado especulaciones sobre el desinterés institucional por la situación de los habitantes de esta zona.
Comerciantes locales también han reportado importantes pérdidas económicas por la descomposición de productos congelados, al romperse la cadena de frío, lo que agrava aún más el impacto del apagón prolongado en la economía doméstica y comunitaria.