La justicia de R.D.C aplaza el juicio de Joseph Kabila, acusado de crímenes de guerra y traición

Kabila, quien dirigió la nación entre 2001 y 2019, enfrenta cargos graves que incluyen participación en un movimiento insurreccional, homicidio intencional, violación, tortura y traición, así como colaboración con el grupo rebelde M23.

El Tribunal Superior Militar de la República Democrática del Congo ha reanudará el próximo jueves día 7 de agosto, el juicio contra el expresidente Joseph Kabila, marcando una jornada trascendental en la historia judicial y política del país. 

Según el expediente judicial, las acusaciones se sustentan en una serie de imágenes y declaraciones que el exmandatario no ha desmentido públicamente. El fiscal del caso afirmó que “Kabila nunca ha refutado esta evidencia” y que “nunca ha negado estas declaraciones", lo que refuerza la credibilidad del proceso.

El pasado 22 de mayo, el Senado congoleño retiró la inmunidad parlamentaria de Kabila, accediendo a la solicitud formal de la Fiscalía militar. El motivo principal: su presunto apoyo al M23, grupo armado respaldado por Ruanda según informes de las Naciones Unidas y otras potencias internacionales.

A mediados de abril, el Gobierno de la RDC suspendió las actividades del Partido Popular para la Reconstrucción y la Democracia (PPRD), fundado por Kabila, e inició la incautación de bienes relacionados con esa formación, bajo cargos de colaboración con los rebeldes.

Tras haber residido en Sudáfrica desde finales de 2023, Kabila declaró en abril su intención de regresar a la RDC para contribuir a la solución de la crisis en el este del país. Su regreso coincidió con una ola de iniciativas diplomáticas. El pasado 27 de junio, los gobiernos de la RDC y Ruanda firmaron en Washington un acuerdo de paz ministerial, mientras que el 19 de julio, el M23 y el Gobierno congoleño suscribieron en Doha una declaración de principios destinada a frenar la violencia.

Este juicio, que podría sentar precedente en materia de justicia transicional, despierta gran expectativa tanto en Congo como en el exterior. La atención está puesta en las próximas audiencias y en las reacciones políticas que esta causa seguirá generando en una región marcada por décadas de conflicto armado.

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