Ghana inicia las investigaciones para esclarecer los motivos del accidente de helicóptero en el que murieron dos ministros

Las autoridades ghaneses han comunicado que ya han iniciado una investigación rigurosa del trágico accidente de un helicóptero  ocurrido el pasado 6 de agosto en la región de Ashanti, donde murieron ocho personas, entre ellas los ministros de Defensa, Edward Omane Boamah, y de Medio Ambiente, Ciencia y Tecnología, Ibrahim Murtala Muhammed.

El presidente John Dramani Mahama ha dispuesto la conformación de un alto nivel del Consejo de Investigación Oficial (Board of Inquiry), bajo la coordinación de las Fuerzas Armadas de Ghana, para esclarecer las causas del siniestro. Ha asegurado que la investigación será “completa y transparente” y ha confirmado la recuperación de las grabadoras de vuelo, el registrador de datos y la caja negra de voz.  Lo cual permitirá analizar con precisión los momentos previos al accidente.

Adicionalmente, el servicio nacional de bomberos (GNFS) colabora estrechamente con otros organismos de seguridad, aportando experiencia en rescate y manejo del sitio del siniestro, además de evaluar posibles factores relacionados con fuego o incendio. Este enfoque colaborativo busca evitar que protocolos mal aplicados o el mal manejo de evidencia comprometan los resultados de la investigación.

El componente forense ha cobrado relevancia: los restos de las víctimas fueron trasladados a Sudáfrica para realizar pruebas avanzadas de ADN, dada la gravedad de los daños sufridos, según expertos. Sin embargo, se ha advertido que la indagación debe trascender el análisis genético para determinar causas técnicas, operacionales, estructurales o humanas del accidente.
En el plano político, el ministro de Finanzas, Cassiel Ato Forson, fue designado también como ministro interino de Defensa, asumiendo funciones clave mientras prosigue la investigación.

En definitiva, Ghana despliega una respuesta institucional integral: una investigación técnica encabezada por la FAA, apoyo forense especializado, intervención del GNFS y coordinación interministerial, todo bajo la promesa oficial de transparencia en la búsqueda de responsabilidades y prevención de futuros desastres.

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