Detenido el presunto asesino de la presidenta de Okas-Obee tras seis días de fuga

Tras el crimen, el sospechoso huyó hacia los densos bosques cercanos. Durante las primeras horas de la persecución, habría intercambiado disparos con los agentes, hiriendo a dos gendarmes y aumentando la tensión en la zona. La operación de búsqueda se intensificó en los días siguientes, con patrullas desplegadas en áreas rurales y senderos de difícil acceso.

La Gendarmería Nacional ha confirmado la detención de Jesús Mba Mba, señalado como principal sospechoso del asesinato de Filomena Akeng Nvono Nchama, presidenta del Consejo de Poblado de Okas-Obee, un crimen que conmocionó a la comunidad.

Los hechos ocurrieron la tarde del pasado miércoles 6 de agosto, durante las fiestas patronales del poblado. Según testigos, Akeng Nvono intentaba mediar en una disputa familiar entre un vecino presuntamente Mba Mba, su hermano y la esposa de este, cuando recibió un disparo en la cabeza. La celebración se convirtió en tragedia y sumió al poblado en el duelo.

La captura se produjo el lunes 11 de agosto en el consejo de poblado de Avaha Nkum, distrito de Nsok-Nsomo. El operativo, desarrollado sin resistencia, permitió el traslado inmediato del detenido a Mongomo, donde permanece bajo custodia mientras avanza la investigación.

Fuentes policiales han indicado que, además del principal sospechoso, dos mujeres fueron arrestadas como presuntas cómplices, aunque no han trascendido detalles sobre su grado de implicación. Tampoco se ha informado oficialmente del posible móvil del crimen ni del estado actual de los agentes heridos.

El cuerpo de Filomena Akeng Nvono Nchama, de aproximadamente 65 años, permanece en su domicilio familiar a la espera de los actos fúnebres. Su muerte ha dejado un vacío profundo en Okas-Obee, donde era reconocida como una figura de autoridad, conciliación y servicio comunitario.

La tragedia no solo ha arrebatado a la localidad a una de sus líderes más queridas, sino que también ha empañado para siempre unas festividades que, año tras año, eran símbolo de unidad y celebración para sus habitantes.