Los dos equipos 15 de Agosto de Akonibe ante una oportunidad histórica e irrepetible

El distrito de Akonibe vive un momento inédito en la historia del fútbol ecuatoguineano. Sus dos equipos, masculino y femenino, están frente a una coyuntura que difícilmente volverá a repetirse: la posibilidad de alcanzar las fases continentales en competiciones africanas, con la ventaja de jugar en casa.
En la rama masculina, el 15 de Agosto disputa la fase preliminar de la Copa CAF. El sorteo le emparejó con el Foresters de las Islas Seychelles. Debido a problemas logísticos y sociopolíticos en ese país, los dos encuentros se disputan en suelo ecuatoguineano. El primero tuvo lugar el pasado 16 de septiembre en el estadio de Mosom, Ebibeyin, donde el Foresters actuó como local y se impuso por la mínima (1-0). El partido de vuelta está programado para el próximo 23 de septiembre en el estadio de Mongomo, donde el conjunto de Akonibe buscará la remontada que lo clasifique para la siguiente ronda.
En paralelo, el 15 de Agosto femenino lucha por un cupo en la Liga de Campeones Africana. Sus encuentros se desarrollan en Malabo bajo el formato de una liguilla organizada por la UNIFAC, en la que participan los campeones de África Central: el TP Elet-Sport (Chad), Amical Club Colombe (Congo), Academy M’Sichama (RDC), FC Ebolowa (Camerún) y el propio 15 de Agosto de Guinea Ecuatorial.
Las debutantes ecuatoguineanas iniciaron su andadura con paso firme, goleando 5-0 al Amical Club Colombe. En la misma jornada, el FC Ebolowa venció 2-0 al Academy M’Sichama. Solo el líder del grupo accederá a la Liga de Campeones, lo que obliga a las chicas de Akonibe a mantener la regularidad en las próximas fechas.
Ambos equipos comparten un privilegio que se convierte, al mismo tiempo, en una exigencia: disputar sus fases preliminares en casa. El factor local otorga al 15 de Agosto una ventaja competitiva invaluable que debe ser capitalizada. No hacerlo supondría un fracaso deportivo y una oportunidad perdida que difícilmente se repetirá.
La responsabilidad recae no solo en los jugadores, sino también en la dirigencia del club. Se requiere una gestión eficiente de los recursos, motivación y planificación logística que permitan a los equipos competir en igualdad de condiciones con sus rivales. El fútbol moderno, más allá de la pasión, es inversión: y este es el momento de invertir para cosechar resultados.
El 15 de Agosto de Akonibe tiene ante sí el desafío de demostrar que el fútbol ecuatoguineano puede abrirse paso en el panorama continental. La oportunidad está servida, y el país espera que no se deje escapar.
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