El C-10 coordina una acción conjunta en la 80ª Asamblea General de la ONU para exigir cuatro puestos en el Consejo de Seguridad

África mantiene firme su posición de exigir cuatro asientos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: dos escaños permanentes con derecho a veto y dos no permanentes. Ese fue el eje central de la séptima cumbre del Comité de los Diez (C-10), celebrada en Nueva York, en vísperas de la conmemoración del 80º Periodo de Sesiones de la Asamblea General de la ONU.
La reunión, presidida por el jefe de Estado de Angola y actual presidente en ejercicio de la Unión Africana, João Lourenço, sirvió de plataforma para que el vicepresidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Nguema Obiang Mangue en representación del jefe de Estado, Obiang Nguema Mbasogo reafirmara la postura de Malabo de respaldar la Declaración de Sirte y el Consenso de Ezulwini, documentos que consagran la demanda africana de representación equitativa en el organismo.
En su intervención, Nguema Obiang destacó que África no puede permitirse llegar a un siglo de existencia de Naciones Unidas sin ocupar los puestos que le corresponden, subrayando que el déficit de representación constituye una injusticia histórica. Asimismo, reconoció los apoyos internacionales que ha recibido la Postura Común Africana (PAC) y animó a los líderes africanos a continuar alzando la voz en defensa de sus pueblos durante la conmemoración del 80º aniversario de la fundación de la ONU.
“El Consejo de Seguridad, tal y como está constituido, carece de autoridad moral para hablar en nombre del mundo mientras persista la exclusión del continente africano”, declaró. Añadió que el futuro de las Naciones Unidas dependerá de su capacidad para adaptarse a las realidades geopolíticas actuales.
Desde hace dos décadas, el C-10 ha defendido de manera unificada los intereses de África en el marco de las Negociaciones Intergubernamentales sobre la reforma del Consejo de Seguridad. Con esta nueva cita, el bloque africano espera obtener un documento que reafirme la PAC y, al mismo tiempo, plantee una hoja de ruta renovada para intensificar el compromiso en dicho proceso.
De esta forma, el C-10 busca aprovechar el peso simbólico del 80º aniversario de la ONU para insistir en la urgencia de una reforma inclusiva y justa que reconozca el papel de África en la gobernanza global.
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